1955

Cuando intentas impresionar a los demás, se corrompe la poesía.
Hay que elegir entre la vida pública y la honestidad con uno mismo. Porque nadie en su sano juicio camina desnudo por la calle con la misma naturalidad que en el baño de su casa, menos aún si está orgulloso de su cuerpo. Pero ni las obras se exponen solas, ni los puerros nacen de las sopas de agua, y aquí todos comemos.